Mercado laboral: El mercado donde confluyen la demanda y la oferta de trabajo. Regulado por el Estado y por los convenios colectivos de trabajo.
Población en edad de trabajar (OIT): A partir de los 14 años. Incluye a la Población Económicamente Activa (PEA) y la Población Económicamente Inactiva.
Población Económicamente Activa (PEA): A partir de los 14 años. Se encuentran trabajando (ocupados) o buscando activamente un trabajo (desocupados).
PEA Ocupada: Es la Población que cuenta con un empleo adecuado y población subempleada.
PEA Subempleada: Trabajadores cuya ocupación no es adecuada cuantitativa ni cualitativamente ya sea por horas (menos de 35 horas a la semana) o por ingresos (menores al mínimo de referencia).
PEA Adecuadamente Empleada: Esta conformada en el Perú por 2 grupos, trabajadores que laboran 35 horas o más a la semana y reciben ingresos por encima del ingreso mínimo de referencia; y los que laboran menos de 35 horas semanales y no desean trabajar más.
Ahora, debemos de tener en claro que el profesional no debe descuidar el desarrollo de las siguientes competencias:
1. El Liderazgo. Actualmente las empresas requieren de profesionales que puedan dirigir y aconsejar a los miembros de su equipo para lograr cumplir satisfactoriamente las metas establecidas.
Sin embargo, en áreas que cuentan con muchos clientes, internos y externos, el liderazgo se manifiesta en la capacidad de persuadir, influir, convencer o impresionar a los demás con el fin de conseguir su apoyo o buscar un impacto concreto.
2. Orientación al cliente. La intensa competencia en el mercado hace que las empresas se orienten a mantener a sus clientes entendiendo y adaptándose a sus necesidades.
Es por ello que el profesional debe tener en cuenta la relevancia de la calidad del servicio brindado al cliente. Esto implica disponer de voluntad para ayudar y servir al cliente, para resolver sus necesidades o, incluso, anticiparse a sus demandas.
3. Flexibilidad ante los cambios. Un colaborador competente no solo debe ser un experto en su puesto, sino que es esencial que posea la capacidad de adaptarse a situaciones inesperadas.
Los profesionales destacados se enfrentan constantemente a diversas situaciones en las que deben pensar creativamente de manera que logren darle soluciones positivas a cada problemática.
4. Ganas por aprender. Cuando el profesional cuenta con el potencial y las ganas de continuar desarrollándose y aprendiendo, la experiencia laboral puede pasar a un segundo plano.
Independientemente del puesto en la que uno se desempeñe, se debe buscar sobresalir y ser cada vez mejor, de tal forma que se agregue valor a la organización.
Asimismo, las ganas de aprender y de crecer profesionalmente deben siempre ir acompañadas de una conducta en la que prevalezca la ética y los valores.
Autor: Maria Montes Medina
Autor: Maria Montes Medina
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